En ésta época de nostalgia y recuerdos ha llegado a mi memoria uno de los tebeos más leidos durante mi adolescencia; Esther y su Mundo.
El tebeo para niñas creado hace más de tres décadas por la dibujante Purita Campos (Barcelona, 1937), y protagonizado por una adolescente pecosa de trece años con la que se identificaron jóvenes lectoras de los años 70 y 80, entre ellas yo misma.
Con una tirada semanal de entre 300.000 y 400.000 ejemplares desde 1974 hasta 1988, las andanzas de Esther contaron con una legión de fans -tiene su propia página de fans en Facebook y un foro-que todavía conserva íntegro su cariño por el personaje y que le hace sentir «emocionada y sorprendida» a su autora. 'Esther y su mundo', con guión de Philip Douglas y dibujos de Purita Campos, fue publicado en Inglaterra por primera vez en 1971, y su éxito fue tal que la serie continuó saliendo a la calle en aquel país durante 18 años, bajo el título original de 'Patty's World'.
Purita Campos, creadora de Esther y su mundo. |
El cómic, traducido a cuatro idiomas y también publicado en Holanda, Grecia, Canadá, Australia y Sudáfrica, llegó a España en 1974, de la mano de la editorial Bruguera y dentro de la revista semanal 'Lily', para luego protagonizar su propio tebeo, hasta desaparecer en 1988 con el cierre de la editorial. Concebido inicialmente para Inglaterra, el tebeo era «bastante avanzado» para una España que vivía los últimos años del franquismo, según Campos.
Esther y su mundo nº 1, Ediciones Salvat |
Durante casi veinte años Purita Campos dibujó y creó las aventuras de Esther, que semana tras semana interesaron, divirtieron y conmovieron a varias generaciones de lectoras, de las que la simpática pecosa fue la mejor compañera. En Ediciones Glenat nos brindan por fín la posibilidad de leer -con nostalfgia para las seguidoras de antaño- la serie recuperada de esas aventuras clásicas, desde la primera página del año 1971, con la presentación de Esther, Rita, Juanito, Carol, Doreen y todos los personajes que dan vida a la gran historia de Esther y su Mundo.
Recuerdo, no hace algunos años, paseando y rebuscando objetos curiosos en un puesto de antigüedades de la ciudad, toparme casi por sorpresa con uno de los ejemplares más clásicos de la colección. Fue el reencuentro con Esther, el personaje y con mi adolescencia . Se podía apreciar el paso del tiempo en sus páginas y la bonita encuadernación de tapa dura que se hacían por entonces. Me pareció una pena que alguien se desprendiera de un tebeo tan clásico y más aún sabiendo que todavía a ninguna editorial se le había pasado por la cabeza recuperar sus aventuras tan añoradas por las lectoras que ahora rondamos la treintena.
A sus 73 años, Campos sigue trabajando diariamente para poder atender a sus obligaciones: las reediciones del personaje creado en 1971, junto al guionista Phillip Douglas, y las nuevas aventuras de la Esther de 35 años, una enfermera divorciada con una hija. El resultado: 200.000 ejemplares vendidos por la editorial Glenat, que ha sabido ver que la nostalgia tiene tirón.
"Vendía más que Mortadelo; los de Bruguera se forraron, pero yo nunca cobré los royalties" se lamenta sin rencor Pura, una amante de la moda que comenzó como figurinista después de haberse empapado de las fotografías del Vogue y el Harper's Bazaar que su madre, modista de profesión, llevaba a casa.
Sus historias nunca han pasado de moda y son universales para quienes se encuentran en el salto de la infancia a la adolescencia.
"La Esther de entonces no podría competir con Física y Química", afirma Purita, que confía en que no todos los jóvenes españoles sean como los que aparecen en esta serie "un poco pasada de rosca". La nueva Esther de 35 años está mucho más sexualizada, con sus problemas laborales y de ligues, como los personajes de Mujeres desesperadas o los de Sexo en Nueva York, dos series que encantan a Campos y Carlos Portela, el guionista de estas historias, en las que se utilizan flashback para explicar qué fue de ella en los veinte años en los que se dejó de publicar.
Además de las nuevas viñetas, Campos ha tenido que restaurar un millar de páginas de las viejas historias, diseñar portadas... "Y eso pasa factura en la salud", se lamenta el marido de la dibujante, Francisco Ortega, desde la habitación contigua al estudio. Purita, que compatibilizó el cómic con la confección de ropa que vestía la gauche divine que llenaba cada noche la sala Bocaccio de Barcelona, tuvo que montarse una academia de pintura cuando a finales de los ochenta se acabó la serie Esther y no descarta volver a la pintura, su verdadera pasión, cuando este segundo boom se desinfle.
Un poco avergonzada explica que lee pocos cómics -"hay muchos y muy buenos pero para estar al día hay que dedicarle tiempo"- pero ha visto el trabajo del popular ilustrador Jordi Labanda, a quien no conoce, pero en el que adivina cierta influencia de Esther. "Seguro que me leyó", señala orgullosa.
Seguiré atenta a las nuevas ediciones e historias de aquella Esther que tantas fantasías despertó en mí en los años de mi adorada adolescencia.
Qué grande Esther... mi hermana tenia la Colección... o prácticamente toda ella... y yo también la leí :-)))) y muchas veces... no solo era para chicas... :-)))
ResponderEliminarEl año pasado pude conocer por un ratito a Purita Campos en la Feria del Comic de Portugalete y la verdad que fue bonito "personalizar" al personaje de Esther en su autora...
Ayyy cuantos amores con Juanito y su amiga... :-) Ah...y que conste... yo soy de los que se está leyendo la nueva época ya mayorcita Esther...
Siempre me han encantado los comics, los tebeos y lo que fuera... y me siguen gustando de muchos tipos... :-))
Sergio
¡Cuantos recuerdos! Me encantaba Esther y siempre he admirado a su creadora.Ay,¿por qué tenemos que deshacernos de todo lo que teníamos en nuestra infancia?¡ Cómo me gustaría volver a tener en mis manos esos tebeos que gtanto me hicieron soñar!
ResponderEliminar¡Besos!
excelente reportaje! estaba buscando información sobre Esther y su mundo (nostálgica yo también) y esta página es la que más me ha gustado! enhorabuena!
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